JULIO FLÓREZ
Julio Flórez fue un poeta colombiano nacido en Chiquinquirá (Boyacá) el 22 de mayo de 1867 y muerto el 7 de febrero de 1923. Hijo del médico y político Policarpo María Flórez y de la señora Dolores Roa. Desde muy joven se traslado a Bogotá, donde estudió en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario. Se mezcló con las corrientes literarias que dominaban la época: el romanticismo de Gustavo Adolfo Béquer y de Víctor Hugo.
Su carácter era de bohemio, nunca retomó la senda académica y no conoció ninguna lengua extranjera, a pesar de que el francés era imprescindible dentro de los círculos cultos de la época. Se le caracterizaba como un hombre supremamente aristocrático. Tenía mucho del príncipe enlutado de la tragedia. Fuerte en su delgadez, más alto que bajo, negra como la endrina la media melena, tupidas las cejas y soñadores los ojos. Ojos alelados, ausentes y tristes, noblemente tristes, bajo los párpados pesados, quizá por lo gruesos, que daban a sus pupilas una cálida y brumosa lejanía crepuscular. Eran los labios sedientos bajo el bigote delgado y fino de Don Juan. Y entre la frente serenísima y el mentón, señoreando el rostro atezado y mate, la fuerte, sensitiva y tajante nariz. Esa perfecta nariz, tan difícil de encontrar -al decir de Tejada-, como un alma perfecta. Vestía un elegante gabán negro, ligeramente ajustado, por cuyas mangas asomaban las manos pulcras, nerviosas, elocuentísimas, del declamador sin igual, y se tocaba con un fino sombrero de jipijapa en forma de tirolés (Octavio Amortegui, Prensas de la Biblioteca Nacional, 1945).
De humilde cuna y víctima de una pobreza que solamente lo abandanoría en cortos plazos de su vida, Julio Flórez enun entorno caótico. Hechos como las guerras civiles de los liberales y conservadores, la guerra de los mil días vy la desmembración de Pana,á, influenciaron su poesía hasta convertirla en un reflejo del pensamiento popular de Colombia a principios del siglo XX. Es por esto que su poesía está impregnada de desesperanzas, tristeza y desilución (Editorial Skla, 2010).
Tuvo que abandonar el país en 1904 por causas políticas y se dirigió a México donde lo recibieron con alegría. Luego viaja a Cuba y a España donde sus versos también elogiados. A su regreso a Colombia, se instala en Usacurí (Atlántico), donde, se dedica al cuidado de sus cinco hijos.
Cerca del día de su muerte, fue sacado de su casa moribundo y transportado a una tarima para que escuchara los ecos de la gloria y recibiera, entre otras cosas, una araña de oto, un crucifijo y un haz de laurel. Aplaudido por la gente y en condiciones de gran humildad, pero por primera vez tranquilo, fallece el 7 de febrero de 1923 (Editorail Skla).
Dentro de sus obras se encuentran sus libros Cardos y Lirios, así como su ovacionado poema La Araña que obtuvieron publicación en 1905 en Venezuela. Manojo de zarzas y Cesta de lotos fueron editados en 1906 en San Salvador. Fronda lírica, en Madrid en 1908, y Gotas de ajenjo en Barcelona en 1909.
CONTEXTO HISTÓRICO
Banquete en tiempos de Guerra. Henry Duperly. 1900 Foto: Jaime de Narváez, Bogotá
Guerra de los mil días
Durante el siglo XIX El país padeció nueve guerras civiles, catorce guerras locales, tres golpes militares, una conspiración frustrada y la Guerra de los Mil Días (1899-1902). En este contexto histórico, caracterizado por una funesta crisis nacional, creció y creó su obra el poeta Julio Flórez. Tal marco histórico coincidió con el movimiento romántico que a finales del siglo XIX y principios del XX aún se mantenía en Colombia.
Estas guerras fueron generadas por los anhelos de dirigir el Estado tanto de los Radicales como de los de la Regeneración y de los Conservadores, quienes se enfrentaron en sangrientas luchas por el poder. Con la Guerra de los Mil Días la nación quedó arrasada, la miseria pululaba por doquier; como no se sembraba, no había cosechas de ninguna clase; el comercio y los negocios estaban en crisis y, por ello, mucha gente murió de hambre. Como si fuera poco, posteriormente, una provincia se separó del país y se convirtió en un Estado independiente con el nombre de República de Panamá (piiedras8.blogspot.com).
En este contexto histórico, caracterizado por una funesta crisis nacional, creció y creó su obra el poeta Julio Flórez. Este entorno vivencial impregnó en él sentimientos de dolor, tristeza, desesperación, escepticismo y rebeldía; emociones que se vislumbran en gran parte de su obra poética. Tal marco histórico coincidió con el movimiento romántico que a finales del siglo XIX y principios del XX aún se mantenía en Colombia (piiedras8.blogspot.com).
ESTILO POÉTICO
Julio Flórez fue uno de los últimos poetas del Romanticismo en Colombia. En su época, se divulgaban en el mundo las nuevas tendencias literarias enmarcadas dentro del modernismo, el simbolismo y el parnasianismo; de esos movimientos surgieron los llamados «poetas malditos»; pero Flórez brillaba por su lirismo prolijo, por su exagerado escepticismo y su profunda sensibilidad que lo llevaban a veces a estampar lo patético y dramático en sus creaciones, lo cual, para su época y su escuela, eran requerimientos de consagración.
Él eligió pertenecer al movimiento del romanticismo sin importarle que ya se había acercado a su última etapa. El poeta sobresalió a su manera, se mantuvo firme a sus pensamientos, gustos y sentimientos (Ortiz, s.f).
Foto sin descripción
Fundó la sociedad denominada La Gruta Simbólica donde se hacian tertulias literarias. Allí se charlaba, se improvisaba versos, se planeaban artículos de costumbres. Flórez sobresalía por sus versos llenos e inspiración y por su trsite y melancólica vida que parecía marchita en plena juventud (Eduardo Carranza, 1985, p.19).
Por consiguiente sus rasgos característicos fueron:
1. El romanticismo: Los diferentes episodios de pobreza que vivió y el fallecimiento de varios de sus seres queridos influyeron en el rasgo dramático de su obra poética. La personalidad pesimista e incrédula del escritor lo llevó a escribir sobre la soledad, el desamor, el dolor y la desesperanza. Algunos de sus poemas fueron de contenido filosófico sobre la existencia humana (Ortiz, s.f). Así mismo, fueron sus temas de lo tnebroso y lo mortal, del gigantismo y la delicaderz, de lo macabro y lo grotesco, el prosaísmo sentimental y el desengaño lo que lo caracterizó (Carranza, 1985).
Como buen romántico poseía la espontaneidad, el sentimiento y la intuición. Así, se distingue por su lirimo, sin descoranozamiento y por un exarcebado escepticismo así com por la hipersensibilidad que le llevó a exageraciones. Da libre uso a la imaginación y al desorden, al individualismo. Es así como en toda su obra se observa el desequilibro por el conflicto entre la realidad y el ideal, pero su encanto, profundamente humano, soloroso y sentido, tiene sinceridad sentimental. Flórez es el poeta de los motivos humanos, de las dolores humanos, de las pasciones huamanas y supo expresarlo con fuerza y sencillez, que legan al alma del pueblo. Juega con las emociones más que tenerlas y valiente, honra las pasciones, es sincero. Flórez es el poeta se transmuta y se vuelve sarcástico, como el bohemio, porque conoel el corazón humano (Editorial Skla, 2010).
Dentro de los representantes del romanticismo colombiano seencuentran Jose Asunción Silva, a quien Flórez admiraba y compartía sus poemas, así como el escritor Jorge Isaacs.
2. El erotismo: es uno de los rasgos más marcados de su poesía y la mórbida sensualidad de sus rimas sirvió muchas veces como piedra de escándalo para sus seguidores. (Red Cultural del Banco de la República de Colombia, 2017).
Es así como Flórez se va caracterizando como un poeta popular , había llegado a lo más hondo del corazón de las multitudes. Flórez se adhesionó de las almas que sinnten puso en sus versos las vibraciones afectivas del corazón popular. Sus poemas seducían por la sonoridad de las rimas o por las brillantez de las imágenes. Sus estrofas tenían calor de humanidad y estremecimiento emotivo, lo cual le dio fama como trovador.
De la bilioteca personal
Círculo de Lectores. Bogotá, Colombia
1985
De la bilioteca personal
Editorial Skla. Bogotá, Colombia.
1982
INFLUENCIAS
Gustavo Adolfo Béquer
Víctor Hugo
José Asunción Silva
EN VOZ DE OTROS:
Julio Flórez
SUS POEMAS
Poema representativo
Flores Negras
Oye: bajo las ruinas de mis pasiones,
y en el fondo de esta alma que ya no alegras,
entre polvos de ensueños y de ilusiones
yacen entumecidas mis flores negras.
Ellas son el recuerdo de aquellas horas
en que presa en mis brazos te adormecías,
mientras yo suspiraba por las auroras
de tus ojos, auroras que no eran mías.
Ellas son mis dolores, capullos hechos;
los intensos dolores que en mis entrañas
sepultan sus raíces, cual los helechos
en las húmedas grietas de las montañas.
Ellas son tus desdenes y tus reproches
ocultos en esta alma que ya no alegras;
son, por eso, tan negras como las noches
de los gélidos polos, mis flores negras.
Guarda, pues, este triste, débil manojo,
que te ofrezco de aquellas flores sombrías;
guárdalo, nada temas, es un despojo
del jardín de mis hondas melancolías.
Busto en el pueblo de Chiquinquirá
Poema recomendado
Tú no sabes amar
Tú no sabes amar: ¿acaso intentas
darme calor con tu mirada triste?
El amor nada vale sin tormentas,
sin tempestades el amor no existe.
Y sin embargo ¿dices que me amas?
No, no es amor lo que hacía mí te mueve;
el Amor es un sol hecho de llama,
y en los soles jamás cuaja la nieve.
¡El amor es volcán, es rayo, es lumbre,
y debe ser devorador, intenso,
debe ser huracán, debe ser cumbre…
debe alzarse hasta Dios como el incienso!
Pero tú piensas que el amor es frío;
que ha de asomar en ojos siempre yertos,
con tu anémico amor… anda, bien mío,
anda al osario a enamorar los muertos.
Poema no popular
Cuando se destrenzó tu caberrera
Cuando se destrenzó tu cabellera
como un manojo de áspides sombríos,
y entre tus labios húmedos y fríos
se hundió mi boca por la vez primera,
sentí en el alma renacer la hoguera
de mis locos y ardientes desvarios;
y al perdonar tus bárbaros desvíos,
olvidé tus infamias de ramera.
Al roce de tu carne sonrosada,
crespa saltó la sangre entre mis venas
con el ímpetu audaz de la cascada.
Y en horas de calor y éxtasis llenas,
a la luz de tu fúlgida mirada,
vi deshojarse el árbol de mis penas.
Casa museo Julio Flórez en Usiacurí, Atlántico-Colombia